Crisis de Lactancia o BROTES DE CRECIMIENTO – Que hacer y como identificarlos

Durante la lactancia materna, la producción de leche es regulada de acuerdo a la demanda del recién nacido, entre mas pecho se le brinde al bebé, se producirá más leche materna. Sin embargo, en algunas ocasiones, la lactancia materna no es fácil ya que los bebés atraviesan por crisis que por desconocimiento de la madre puede llevar al destete precoz o a suministrar leches artificiales para satisfacer la nueva demanda de alimento por parte del recién nacido. Pero, ¿Qué son exactamente estas crisis y como poder sobrellevarlas?

The newborn baby wore a white and cried in the arms of the mother.

Los brotes de crecimiento o las crisis de lactancia son mecanismos de maduración del bebé que le permite por medio de la frecuente succión del seno, generar cambios en la producción de leche para adaptarlas de acuerdo a las necesidades de crecimiento. A medida que el niño crece, los requerimientos calóricos, los componentes y la cantidad de la leche materna deben cambiar para adaptarse a su desarrollo, por esto se intensifican las tomas.

Entre más pecho se le brinde al bebé más será el estímulo, por lo tanto, la producción de leche aumentara. Generalmente estos brotes de crecimiento solo duran uno días (menos de una semana) y una vez se regula la producción de leche, las tomas de leche volverán a la normalidad.

Breastfeeding for little beautiful newborn baby with closed eyes – indoors

¿Cómo identificarlos?

En lo habitual los bebés que atraviesan por brotes de crecimiento parecen no estar conformes con la producción de leche, como si estuviera hambriento todo el día; También puede presentar incomodidad o llanto al momento de mamar, cambios en sus patrones de sueño y frecuentemente se encuentran irritables por lo que exigen una mayor demanda de atención por parte de la madre.

Comúnmente todos o al menos la mayoría de los bebes experimentan esta etapa a edades similares por lo que es posible identificar estas crisis.

Young mother breastfeeding newborn baby at home

Crisis de los 17-20 días de nacido.

Desde el nacimiento hasta este punto, el bebé duerme y come en ciclos constantes, pero a partir de los 15 días de nacido, la leche debe cambiar su compasión e incluso su sabor para adecuarse a la ganancia de peso, por eso el recién nacido quiere mamar todo el día, pide pecho cada 30 minutos, lloran de manera desesperada y la única forma de calmarlo es amamantarlo. En esta etapa puede presentar regurgitaciones debido a la alta ingesta de leche.

Crisis de la 6-7 semana.

Nuevamente el bebe requiere más cantidad de leche y el bebé sabe cómo conseguirla, esta vez con mas habilidad motriz, tira del pezón, arquea la espalda, tensa las piernas, continua con el llanto y la incomodidad, la leche cambia de sabor volviéndose un poco más salada y este cambio de sabor les afecta a algunos bebés.

Crisis de los 3 meses.

Este es el brote de crecimiento más difícil y complejo para las madres y donde la mayoría realiza un destete precoz por miedo e inseguridad de no estar aportando el suficiente alimento a su hijo. Al iniciar esta etapa se manifiestan mayores cambios en el desarrollo del bebé, se encuentra alerta y más interesado en el mundo que lo rodea, debido a esto succiona con menos frecuencia el pecho, las tomas duran menos tiempo ya que se distrae fácilmente, además ya se ha es un experto en la técnica de la succión por lo tanto tarda menos en vaciar el seno y en satisfacer su apetito.

También la madre puede sentir que el pecho ya no se llena tanto y los percibe más blandos pues la producción de leche se activa en el momento de la succión por consiguiente los bebés deben succionar unos minutos antes de la leche empiece a salir y esto molesta a los bebés causando que se despeguen del pecho constantemente, lloren y den tirones.

Teniendo en cuenta todo lo anterior y que en este momento el bebé detiene un poco su crecimiento, no aumenta mucho de peso (lo que es normal a esta edad) y que esta crisis tarda alrededor de un mes en ser superada, conlleva a que la madre comience sustituir paulatinamente la leche materna por la leche artificial y al no comprender la situación la madre logra ceder a su inseguridad y culmina con el abandono de la lactancia materna.

Crisis del primer año.

Con el comienzo de la alimentación complementaria, la lactancia materna se torna más difícil debido a la falsa creencia de que darle pecho al bebé interfiere con la ingesta de alimentos solidos y es normal que se produzca otra crisis.

Al llegar al primer año el bebé disminuye nuevamente su velocidad de crecimiento por lo tanto reduce la ingesta de alimentos sólidos, pero no por eso, reduce la demanda de leche materna (recordemos que la lactancia materna no solo es alimento si no también protección y seguridad para el bebé).

Eliminar la lactancia en este momento para ayudar a la ingesta de alimentos sólidos solo complicaría la situación, ya que el bebé podría no recibir el requerimiento diario de nutrientes que necesita. Alrededor de los 15 y 18 meses el bebé nuevamente aumenta su velocidad de crecimiento y por lo tanto su apetito por los alimentos.

¿Qué hacer para superar las crisis?

Lo primero que hay que hacer para superar estas crisis es llenarse de paciencia, así tan rápido como llegó también se ira, y evitar caer en la desesperación para no cometer errores como la interrupción de la lactancia.

Mantener los precipicios de la lactancia materna también es importante, la libre demanda implica ofrecer cada vez que el bebé lo requiera, pero también, el no obligar al bebé a mamar si no lo desea ya que puede ocasionar el rechazo real por el pecho por parte del pequeño.

Confía en que tu cuerpo, y en su capacidad de producir el suficiente alimento que tu hijo necesita, alimentante saludablemente e ingiere suficiente agua para ayudar a tu organismo a producir más leche.

Trata de amamantarlo en habitaciones con poca luz, ruido o sonidos que estimulen demasiado al bebé así lograras que no se distraiga y pueda satisfacer su apetito.

Y si tienes alguna duda sobre la cantidad de leche que produces o si debes suplir o destetar, consulta con tu medico pediatra o un asesor experto en lactancia materna, así aclarar tus dudas y vencer los miedos.

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